viernes, 22 de febrero de 2019

Columna: "La Desalentada Juventud Hondureña


ASÍ SE LO CUENTO:

Autor: Kevin Contreras

“La Desalentada Juventud Hondureña”

Sin duda que los casos de suicidios en Honduras van en aumento, los datos en lo que va de este año son verdaderamente alarmantes, en estos pocos días de este 2019 son más de 40 personas que han decidido quitarse la vida en el país, y, un gran porcentaje de ellos son jóvenes.
Según la organización Mundial de Salud (OMS) se estima que aproximadamente unas 800,000 personas cometen suicidio cada año. En Honduras solo de Enero a Junio de 2018 se registraron 209 suicidios que representó un aumento de 7.7% en relación al 2017, según el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS).
Muchos de estos casos se deben a la depresión, ansiedad, estrés, falta de atención, falta de oportunidades etc. Según algunos testimonios de familiares y amigos de las personas que tomaron esta fatal decisión.
Como Estado y Sociedad tenemos una ardua tarea, por una parte Honduras que es abatida por la corrupción desmedida por una gran parte del sector político del país, quedando en libertad la mayoría de señalados de desviar dinero del erario público, mismos fondos que tendrían que haber sido destinados para educación, al igual que oportunidades para cientos de jóvenes talentosos, que han caído en la pobreza por la asegurada impunidad para los actores de grandes actos de corrupción. Según el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) más de L. 30 mil millones de lempiras anuales se pierden en Honduras debido a la corrupción.
Asimismo, como sociedad que día a día nos volvemos más estresados por los problemas sociales y personales, no debemos de caer en la empatía y falta de compresión, la depresión no tiene cara; Pese a como nos podamos sentir, debemos de aportar con una sonrisa, con una abrazo, con un mensaje positivo, hacer sentir que las personas se sientan escuchadas, estar alertas a cualquier señal que nos pueda hacer ver que una persona actúa o se sienta diferente. Ya que en su mayoría, las personas en esta situación no buscan ser ayudadas por el “qué dirán”, por las burlas, o por no sentir que las personas piensen que sus problemas son inútiles y sin sentido, cada quien carga con una cruz, y, personalmente cada persona sabe el verdadero peso de ella.
Nuestra juventud está desalentada, por no tener oportunidades, por la falta de comprensión, y por muchos factores que en realidad hacen de una sociedad hundida en la depresión. Nuestro deber es ayudar y sembrar la semilla de la esperanza y el aliento.

viernes, 1 de febrero de 2019

Columna: La Esperanza de los Hondureños


ASÍ SE LO CUENTO

Autor: Kevin Contreras

“La Esperanza de los Hondureños”
Honduras, un país rico en diversos escenarios sin necesidad de contener petróleo, pero que se ha sumergido en la miseria por las malas administraciones que se han ambicionado por el poder y solo satisfacer sus propias necesidades, al igual, es lugar donde impera la corrupción e impunidad, y, donde los políticos hacen fiesta con el erario público, hay que recordar que un gran porcentaje de los hondureños no les ajusta ni siquiera para la canasta básica, y esto debido a que cada día se suman nuevas familias a los índices de pobreza, a finales de 2018 se estimaba según el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo en Honduras  (FOSDEH), que alrededor de 5 millones 700 mil hondureños se encuentran en condición de pobreza.
Aunque se han descubierto diversas líneas de investigación, donde, desde personas naturales hasta grandes funcionarios del gobierno han salido salpicados en penosos pero bien remunerados, con dinero que tendría que ir destinado a “obras sociales”, dicen unos por allí que se han blindado con los famosos “pactos de impunidad” que día a día se van aprobando en el escandaloso Congreso Nacional, que para muchos hondureños es un circo donde se reparten el pastel y que a los más desposeídos que son quienes los sientan en esos curules no les queda ni las sobras.
Pese a todo ello, la gente luchadora sale todos los días desde horas muy tempranas, donde ni el sol se ha despertado, a las diferentes calles a colocar sus mercancías y poder ofrecerles a las personas que transitan por esos lugares a precios cómodos, las calles no solo de los mercados, sino que hasta en los barrios y colonias siempre podremos observar una persona vendiendo frutas o diferentes negocios para ganarse el pan de cada día, ellas, que reciben el sol, la lluvia y hasta desalojo por parte de los encargados de la Alcaldía. Debido a la falta de empleo y oportunidades que hay en este país gracias a la corrupción.
Todo hondureño anhela y tiene la esperanza de que Honduras vea el fin de este cáncer que está afectando a casi 6 millones de hondureños que se encuentran en la pobreza, donde ante los ojos del mundo somos una vergüenza donde no nos reconocen más que como un país donde abundan los picaros y la violencia, mismos que se supone que el “pueblo” los elige cada cuatro años.