ASÍ SE LO CUENTO:
Autor: Kevin Contreras
“Honduras sin Salud ante la nefasta Seguridad”
La fatídica
realidad a la que se enfrentan los hondureños es, esperar un milagro o morir,
afortunados serian si tuviesen que escoger entre tener una “buena salud” o una “buena seguridad”, pero la
realidad es otra.
En los últimos días se ha desarrollado nuevamente la
epidemia del Dengue, donde van alrededor de 54 muertes confirmadas y más de
20,700 casos, donde según 15,000 son de tipo clásico y el resto hemorrágico, según
lo indican las mismas autoridades de Salud.
Ahora, ¿Verdaderamente hay interés de parte de
nuestras autoridades a resolver esta emergencia nacional? Pues todo indica a
que no, mientras los “honorables” diputados están en su juego de quien llega a
ceder primero para cubrir sus intereses particulares, convirtiendo todo ese
escenario en un circo mediático, cientos de hondureños, siendo la mayoría niños
y niñas siguen muriendo en los hospitales públicos del país.
Además, en medio del escándalo legislativo, los
flamantes padres de la patria, representados en el oficialismo, aprueban una
partida presupuestaria para otorgarle a la Secretaria de Seguridad más de 44
millones de lempiras, mientras los niños, niñas y demás pacientes están siendo
atendidos en una colcha, en el friolento piso del Hospital Escuela y demás hospitales
del país, sin suero y quien sabe a falta de cuantos medicamentos más como ya es costumbre.
Añadiendo a esto, sabiendo que no hay políticas fuertes por
parte del Gobierno para reducir esta enfermedad, sabiendo que solo hay 750
termonebulizadores en todo el país, lo que significa que solo corresponden 2
unidades para cada municipio.
Sabemos que hay poca educación y cultura de los hondureños
para hacer jornadas de limpieza en sus barrios y colonias, para así acabar con
estos criaderos de zancudos, y también falta de interés por parte del Estado,
que pese a las donaciones que han realizado ciertos países, no se ve reflejado
en nada.
Pobre de los hondureños que no tienen recursos para poder
pagar una atención privada, a la vista ciega de los políticos que tienen casi
intoxicada a la Secretaria de Defensa y Seguridad con tantos fondos destinados
para ella sin ver ningún resultado, donde los asaltos y muertes violentas suben
cada día en Honduras. ¿Qué estaremos pagando los hondureños que no vemos ni interés
ni soluciones de nuestras autoridades? Como dice aquel famoso dicho: “Salió más
caro el caldo que las albóndigas” ¡Pobre de nuestra Honduras, en manos de quién estamosǃ