ASÍ SE LO CUENTO:
Autor: Kevin Contreras
COLUMNA: “Comienza fiesta electoral en pleno rebrote
de COVID-19”
Honduras, que ha sido golpeada por el COVID-19, donde las
cifras de contagio van retrasadas, al igual que en el conteo de las muertes de
dicha enfermedad, luego de una pseudo cuarentena en el año 2020, reactivando así
la economía del país con distintas “restricciones”. Muchas de esas cuestionadas
por la clase política opositora, misma que con gran fervor ha iniciado con grandes
concentraciones y caravanas en distintos puntos del país, junto al oficialismo
que es quien tendría que dar el ejemplo por ser quienes están “dirigiendo” el
país.
Son 60 días que tienen los tres partidos en contienda
como ser: el Partido Libertad y Refundación (LIBRE), el Partido Liberal de
Honduras y el Partido Nacional de Honduras (actualmente en el poder y señalado
por distintos actos ilícitos), para que las diferentes corrientes a lo interno
de cada institución política convenzan a sus bases a “elegir” a sus “mejores representantes”
para las elecciones generales de noviembre próximo, esto, en medio de un
rebrote de COVID-19 en el país, donde nuevamente se está en un nivel
hospitalario colapsado por personas contagiadas, y donde el personal de salud
informó que están habilitando áreas que no están equipadas por el alto
porcentaje de pacientes con el virus.
Pese a ello, la clase política comenzó a realizar grandes
concentraciones y caravanas donde se ha podido apreciar a muchas personas sin
el distanciamiento requerido, sin mascarillas, y sin las restricciones que
solicita la Organización Mundial para la Salud (OMS); demostrando así una gran
irresponsabilidad, ya que mientras el personal de salud sigue batallando en los
hospitales, las y los líderes siguen en aglomeraciones arriesgando a que la
suma de contagios aumente día con día.
La pregunta es: ¿Así como se multa a ciertos negocios
para evitar aglomeraciones, se sancionará a estas instituciones políticas por
no acatar las medidas de bioseguridad? Si bien es cierto Honduras necesita de
un proceso “democrático”, pero ante una emergencia sanitaria se debe optar por
nuevas medidas para hacer propaganda responsablemente, haciendo una diplomacia con
ética, pero eso es algo que lastimosamente no se conoce en la política hondureña.