ASÍ SE LO CUENTO:
Autor: Kevin Contreras
La Universidad Nacional Autónoma de Honduras es
nuevamente acorralada por un sistema neoliberal donde ataca directamente a la educación
pública del país, desde el fatídico Golpe de Estado que se produjo en 2009, las
elites políticas y económicas han ido detrás de la privatización de la Máxima
Casa de Estudios de Honduras.
Se sabe que la corrupción e impunidad sigue incrementado
en Honduras día con día con un Ministerio Público que está a favor de la cúpula
corrupta que solo genera desigualdad para una sociedad que a diario es golpeada
en diferentes ámbitos, con lo cual la pobreza aumenta como viento en popa.
Siempre que se aprueba el Presupuesto General de la
República, podemos darnos cuenta como este gobierno no quiere un desarrollo para
la educación y salud en Honduras, ya que, siempre es reducido poco a poco dicho
presupuesto para favorecer a la negligente “Defensa y Seguridad” que nos
ofrecen.
Pero esto va más allá de ser un atentado para la UNAH, sino
que abre paso para debilitar la educación pública a la cual el hijo del obrero
se verá excluido del derecho a la educación de calidad, abriendo paso al
fortalecimiento de las universidades privadas que están dirigidas por la misma
clase política que dirige el país.
La Constitución de la República en su artículo 161
menciona claramente que: “El Estado contribuirá al sostenimiento, desarrollo y
engrandecimiento de la Universidad Nacional Autónoma De Honduras, con una asignación
privativa anual no menor del (6%) seis por ciento del Presupuesto de Ingresos
Netos de la República, excluidos los préstamos y donaciones”.
Esto conlleva a una nueva violación a la Constitución de
la República por parte de quienes dirigen las riendas del Estado; por lo que de
aprobarse este recorte de 900 millones de lempiras para la UNAH, se verá en la
obligación de detener todo proyecto de investigación universidad-sociedad,
contrato de docentes a lo cual estancará a las y los estudiantes con la
reapertura de secciones, para quienes gozan de una beca por parte de la
Universidad que gestiona dichos fondos con dinero del pueblo, entre otras
funciones que dicha institución de educación superior ofrece al Estado de
Honduras.
Las y los estudiantes junto al pueblo hondureño, siempre
han defendido la educación pública y, aunque estemos atravesando una pandemia,
no tiene que ser un impedimento para seguir defendiendo el derecho que el pueblo
tiene a la educación, una vez más toca organizarse y salir a defender a toda costa
lo que al pueblo hondureño le ha costado desde 1847.
“LA EDUCACIÓN PÚBLICA NO SE VENDE, SE DEFIENDE”
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